“Al final el mundo será híbrido. Porque los humanos cada vez nos parecemos más a las máquinas y las máquinas cada vez se comportan de una manera más humana”. Lo expuso en voz alta Alfredo Villalba, el coordinador de las jornadas Metaverso para actores que desarrolla a lo largo de tres martes consecutivos la Fundación AISGE en su sede madrileña de Ruiz de Alarcón, y se convirtió casi en el leit motiv de las dos siguientes horas de ponencias, reflexiones, cuestiones, debates, interrogantes y recomendaciones.
Siempre bajo la moderación de la actriz Marta Gutiérrez-Abad, muy familiarizada con el lenguaje digital y las nuevas experiencias tecnológicas, dos nuevos especialistas en ese mundo que se avecina (o que ya nos incumbe de lleno, aunque no siempre seamos conscientes) aportaron las claves para comprender mejor en qué punto del desarrollo tecnológico nos encontramos y cómo debemos adaptarnos a él.
Lo que sigue es un resumen con lo más sustancioso de las ponencias de los dos intervinientes, que pudieron ser seguidas además desde cualquier punto del planeta a través de la retransmisión en vivo por streaming y que ya quedan ancladas sin fecha de caducidad en el canal oficial de la entidad en YouTube, Somos_AISGE.
De todos modos, el martes 14 de marzo aún habrá una tercera y última jornada de Metaverso para actores, centrada en este caso en el enfoque jurídico que merecen estas nuevas realidades, formas de trabajo y acceso a la formación. Cualquier persona interesada en asistir en directo, desde las 18.00 horas, a la sede de Ruiz de Alarcón 11 puede hacerlo con solo comunicarlo previamente a través de la dirección correo@aisge.es
Alejandro Sacristán CEO de Cyberiada Innovación. Periodista de divulgación científica, tecnologías inmersivas y transformativas e innovación digital. Profesor de máster de videojuegos en la Universidad Europea de Madrid. Pionero en el diseño y lanzamiento de mundos virtuales sociales persistentes (metaversos clásicos) desde los años noventa, figura en el top 40 de la lista Forbes futurists in Spain de 2021 y 2022. Integrante desde 1979 del grupo de música electrónica Aviador Dro
“En los años ochenta George Lucas ya creó el primer metaverso y el ejército americano disponía de los suyos, pero de esos no hablaremos porque están bajo secreto militar… Ahora las tecnologías de virtualización permiten fusionar la realidad y la virtualidad. Ya está aquí. No hay elección. Esto es así, ya ha empezado, va a toda velocidad y esa velocidad seguirá subiendo, a niveles de moto GP”. “En un futuro próximo viviremos en un estado de realidad expandida, donde realidad y virtualidad serán una prolongación de la misma cosa. Será un continuo de realidad y virtualidad. Venimos de la tradición oral, la escritura, la imprenta… y ahora tendremos estas tecnologías. Las gentes del mundo del cine tenéis que confiar: las máquinas son vuestras amigas. El objetivo es que en 10 años tendremos un solo dispositivo donde podremos generar las narrativas en lenguaje adaptado al metaverso, con todas las realidades mixtas”.
Gutiérrez Abad presenta a Alejandro Sacristán
La realidad virtual inmersiva tiene ya cerca de 30 años de historia. En el metaverso se tiene esa sensación de estar en otro lugar, pero a la vez estamos rodeados de otras personas. Para ello, la evolución de los equipos está resultando espectacular: hemos pasado en muy pocos años de sistemas que costaban 200.000 euros a otros que ahora se mueven en una franja de entre 300 y 3.000 euros. En 2023 no solo hay gafas, sino sistemas que integran la realidad virtual con el interfaz virtual, un contacto directo entre cerebro y la máquina. En Aviador Dro cantábamos Vamos a mutar en 1979, y esto… es la mutación.
La interacción es completa, ha explotado en todos los sentidos”. “El metaverso es el destino. Se sustenta en la convergencia de inteligencia virtual, block chain y realidad extendida. La Generación Z y la Generación Alfa ya tienen esa cultura de metaverso aunque no lleven gafas de realidad virtual. Hay plataformas más avanzadas de metaverso que otras; nos quedan unos años, así que este es un camino de oportunidades de evolución audiovisual.
Las empresas más importantes del mundo están creando plataformas y habrá posibilidad de ir de un planeta metaverso a otro con nuestra identidad, con nuestra cartera virtual identificativa. Estaremos registrados y podremos movernos de un metaverso a otro”. “La promesa real del metaverso es: seré quien quiera ser. Porque el mundo real a los jóvenes se les queda pequeño. Están creando una cultura digital que será preponderante: parte del mundo de los videojuegos y es muy social y humano, por mucho que los cambios siempre nos provoquen ciertas dudas”.
“Estamos a las puertas de un cambio generacional. A nuestros jóvenes no les gusta el mundo que hemos hecho, este planeta en crisis medioambiental donde las grandes corporaciones dominan el mundo. Quieren un planeta de igual a igual. ¿Dónde invierten su dinero vuestros hijos de 12 a 20 años? ¿Dónde generan los eventos y las situaciones que les producen beneficios económicos?”. “La web3 trae un nuevo modelo de negocio. El modelo ahora es descentralizado.
Las plataformas van a querer seguir con su modelo de negocio, pero ya hay herramientas tecnológicas que permiten otras economías y otras gobernanzas. La plataforma Pavía, por ejemplo, aporta la tecnología, pero los creadores proporcionan los contenidos y los beneficios se reparten. Es un cambio de chip. Y se crean narrativas en torno al metateatro o el metacine, se va a crear un negocio con ello. Hay que entrar en ese juego de trabajar también con las máquinas”.
“Un ejemplo. La fiesta nacional de Helsinki, el 1 de mayo, no se pudo organizar en 2020 por la pandemia, pero se convocó en el metaverso con 700.000 finlandeses en línea y medio millón más de asistentes de otros países. Ah, y por si fuera poco, todos ellos fueron testigos de un concierto de rap”. “El metacine, el más allá del cine, tiene que explorar un nuevo lenguaje y una nueva forma de rodar dentro del metaverso. Es una dinámica bastante titánica, hay que probar muchas cosas.
Trabajemos juntos en equipo y luego, por supuesto, fusionémonos con las inteligencias artificiales, aunque no sé si eso lo vamos a ver todos los que estamos en esta sala. Seguramente sí. Puedes ver cine en el metaverso, disfrutar de salas donde tú te reúnes y comes las palomitas. Esa es una oferta que ya existe. Pero lo mejor es que vamos a ser protagonistas, el espectador podrá cambiar el desarrollo de la narrativa. Te encarnarás en Batman tú mismo. Vamos a pasar del storytelling al storyliving.
No vas a ir al cine a ver lo que te echen, sino que la narrativa avanza a la vez que la participación colectiva. Vamos a generar nuevos lenguajes en colaboración con las inteligencias artificiales y a derribar la cuarta pared, porque los espectadores estarán dentro de la trama. Serán los propios espectadores, los usuarios, quienes desencadenen tal acción o tal otra”.
Liliana Acosta Filósofa y humanista digital colombiana. Fundadora de Thinker Soul, una consultora en ética y pensamiento crítico y filosofía aplicada a las empresas
“He titulado mi charla Aristóteles en el país del metaverso porque muchas de las ideas de la virtualidad no son tan modernas como nos creemos. Aristóteles ya planteó las bases de la inteligencia artificial y muchos filósofos desde entonces han imaginado mundos virtuales. Ycreo que si Aristóteles estuviera acá ahora, trataría de explicar el mundo tecnológico desde la razón y la conciencia. Si no entendemos el mundo que vivimos y que se viene, nos quedaremos en una situación de desventaja.
Por eso hoy necesitamos más filósofos y humanistas que nunca a lo largo de la historia”. “Como filósofa me interesan los qué, porque son los que nos acercan a todo lo realmente humano y cuestionan, los que molestan y los que dan el sentido de la existencia. En este mundo necesitamos más alma o conciencia que nunca. Si no queremos terminar solos, abrumados por la tecnología, tendremos que apelar a lo más importante: ser más humanos que nunca”.
“El problema es que a menudo utilizamos la tecnología solo desde el cómo. Cómo utilizar el Zoom en las reuniones, cómo tener más seguidores, etcétera. Pero necesitamos los qués. Hay dos tipos de personas, los thinkers y los doers. Un exceso de análisis equivale a parálisis, y los doers son los que van poniendo los cómos, los medios. El mundo que estamos viviendo necesita de las dos partes: ser un poco thinkers y un poco doers, ir hacia el medio. Lo llamamos mediavertir”.
“La enajenación, en tecnología, significa que creamos cosas como el trabajo, el dinero, el tiempo, la tecnología y las relaciones personales, y que cuando las transformamos terminan dominándonos. Hoy hay personas enajenadas de sí mismas y que no se cuestionan nada. Solo se preguntan los cómos, pero no se hacen las preguntas filosóficas que deberíamos hacernos. Algo que solo tiene cómos en la vida es una máquina, señores. Y si nosotros nos convertimos en unas máquinas con piel y emociones, las otras máquinas sin piel ni emociones siempre nos van a superar. Mi propuesta como filósofa es ponernos a trabajar con las máquinas, y eso implica ser cada día más humanos”.
“Un influencer del siglo XVIII, Immanuel Kant, dijo que todo hombre debe hacerse cuatro preguntas: qué es el hombre, qué puedo conocer, qué debo hacer y qué puedo esperar. Para él, el primer conocimiento metafísico es Dios, que es una realidad virtual. ¿O alguna de vuestras abuelas necesitó de gafas para creer en Dios? El hombre, dice Kant, es un ser que siempre seguirá haciéndose preguntas que no puede contestar. Y como no podemos conocer a Dios, lo único que podemos hacer como ser humanos es mejorarnos”.
Emilio Gutiérrez Caba, presidente de AISGE y de LATIN ARTIS, acompañado de Abel Martín, Director General de AISGE, junto a dos de los ponentes.
“¿Y qué es el hombre, hoy, en la era de la IA? El hombre es la creatividad: no puede haber nada más humano y que nos distinga más de la máquina. Tenemos que entendernos a nosotros para entender al vecino y entender este mundo digital. Tenemos que saber para qué valgo, en qué soy buena, hacer una lista de 10 de mis habilidades. Si os pidiera hacerlo, siete de las 10 serían falsas, porque creemos tener más habilidades de las que en realidad tenemos.
Es la manera de conocernos, a sabiendas de que dentro de nuestra subjetividad somos muy generosos. El World Economic Forum lleva 20 años dando las habilidades del futuro para el trabajo. Hoy, el pensamiento crítico es la primera de ellas. Esto sale del foro Davos: el mundo va por aquí. Por eso me convertí en la Thinker soul, para ser un puente de comunicación entre las personas y la tecnología”. “La inteligencia artificial habrá de ser el futuro de nuestro trabajo.
El metaverso no son unas gafas de realidad virtual. No es una realidad inmersiva. No es estar jugando hasta las cinco de la mañana a videojuegos. Hasta ahora, el metaverso es una hipótesis, pero la está asumiendo Facebook, que tiene la tecnología y los datos para hacer de esta hipótesis algo real y posible. El metaverso será un medio y nosotros seremos los fines. Ni siquiera sabemos si va a transformar la sociedad. El metaverso –la palabra nace de una obra literaria, la novela ciberpunk Snow crash, de Neal Stephenson, en 1992– no estará plenamente desarrollado hasta 2040, así que tenemos mucho que decir”.
“Esto no va de videojuegos, va de trabajo. Facebook nos está vendiendo una experiencia. Ir más allá en todo. Tenemos que entenderlo como un nuevo mundo. Y en ese nuevo mundo hemos de encontrar todos nuestro huequito”.
“El primer problema que tenemos hoy con la tecnología es que desconfiamos de ella, y tenemos razón. La inteligencia artificial implica problemas, un mayor poder de concentración de las empresas tecnológicas. Facebook transforma en datos y etiquetas todo lo que somos, pero es que va a tener aún más poder sobre nosotros del que tiene ya. Eso es un peligro para la democracia, y yo sí que creo que el mejor invento para Occidente, con todos sus errores, ha sido la democracia”.
“Lo que estamos viviendo con esta tecnología es muy peligroso. Si el algoritmo lo lee todo de nosotros, ¿dónde quedará nuestro libre albedrío? Vamos a tener una distorsión de la realidad, vamos a tener, además, problemas de adicciones. El metaverso es un negocio, vamos a tener que empezar a pagar, va a haber problemas de exclusión. ¿Qué va a pasar con los países africanos o latinoamericanos? ¿Y qué hay del cambio climático, alguien ha medido el impacto del metaverso en él? Hoy el block chain consume tres veces lo que una central nuclear”.
“Lo que más nos tiene que asustar a las personas no es la tecnología, sino la tontería. No podemos seguir pensando que estamos en el siglo XXI y seguir trabajando como en el XIX. En el momento actual, nuestras habilidades tienen fecha de caducidad cada cinco años. Hemos de soltar la barrera mental para decirnos: puedo aprender. Tenemos que luchar, lo primero, contra nuestras propias taras. Ya se acabaron las carreras de cinco años donde te ibas a trabajar a una empresa para toda la vida. Tendremos que mejorar nuestras propias habilidades para llevar nuestra propia vida hacia otro punto”.
Fuente: AISGE - Fernando Neira Foto: Enrique Cidoncha