Río de Janeiro, 1 de diciembre de 2010.- Expertos de 23 países debaten problemas y fórmulas de solución equilibradas entre los intereses de los creadores, el mercado global de contenidos y la diversidad cultural.
La creatividad ha marcado la diferencia entre el ser humano y los demás seres que habitan la tierra y, tal vez, haya sido el elemento más decisivo de la propia evolución y progreso de la humanidad. "El creador y el inventor han sido reconocidos y admirados en casi todas las épocas, excepto cuando sus creaciones han colisionado con el poder religioso o económico del momento en tiempos de crisis en los que prevalecía el interés de unos cuantos sobre el interés general".
Con esta contundencia se expresaba el director general de AISGE, Abel Martín, en la presentación del Primer Congreso Internacional sobre Creatividad, Mercado y Diversidad cultural, que tuvo lugar en Río de Janeiro entre el 1 y el 3 de diciembre de 2010.
La cita aprovechada la etapa histórica que vive Brasil como país, que reivindica su carácter de potencia mundial y cuenta con el impulso transformador que la ciudadanía y la comunidad creativa brasileña están poniendo de relieve en las últimas décadas. Con la venia de la audiencia local y de las autoridades presentes, Martín reformuló el lema de la bandera de Brasil - "ordem e progresso" - por el de "creatividad y progreso".
El Congreso contó con el respaldo activo y la relevante participación de instituciones de la máxima relevancia, entre las que destacan las organizadores del evento: la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) a cargo de su subdirector Trevor C. Clarke, el director de la división de Derecho de Autor Sector de Cultura e Industrias Creativas de dicho organismo Richard Owens; el ministerio de Cultura de Brasil, bajo el compromiso del ministro Joao Luiz Silva Ferreira, y con las ponencias de Marcos Alves de Souza y José Vaz de Souza.
Por su parte, AISGE y la entidad local de los actores Inter Artis Brasil (IAB) ejercieron de anfitriones para dar acogida entrañable a los más insignes expertos mundiales en la materia, y a un público entusiasta que se mantuvo en una media superior a las 200 personas y que no perdió la oportunidad para formular las cuestiones que más le inquietan sobre el vertiginoso desarrollo de las nuevas tecnologías, los nuevos modelos de negocio y la adecuada protección del esfuerzo creador de las personas que dedican su talento y su tiempo hacer la vida más agradable a los demás.
En un momento de encendido debate internacional sobre propiedad intelectual y los nuevos modelos de explotación, estas tres jornadas aportaron reflexiones para, en palabras de Martín "airear un equilibrio entre quienes trabajan y aportan contenidos, quienes los explotan y divulgan, quienes desarrollan mecanismos técnicos para almacenar y explotar tales contenidos y quienes los consumen".
Por su parte, Fernando Marín, actor y vicepresidente de AISGE señaló: "El problema en estos casos, históricamente, ha sido siempre el de conciliar el talento creador y los impulsos artísticos con la necesidad, no menos imperiosa, de satisfacer las facturas a fin de mes y llevarse el pan a la boca dos o tres veces al día. Y en este sentido debemos congratularnos de que la propiedad intelectual haya servido para preservar ese bien intangible pero precioso que es la creación, ya sea actoral, musical, literaria o de cualquier otro género".
Marín cerró su intervención con un aviso a navegantes: "Debemos permanecer siempre alertas ya que quienes abominan esta propiedad, a veces con excusas tan peregrinas como el de la cultura libre, son siempre los poderosos, los adinerados, aquellos que prefieren aumentar a toda costa sus márgenes de beneficios", expreso. Y también tuvo palabras para combatir el predominio de los países anglo parlantes en la escena internacional: "Muy flaco favor le hacemos en nuestra cultura si desdeñamos lo que más nos une a 500 millones de habitantes de este planeta y sobretodo si no reivindicamos, en voz alta y clara, la diversidad cultural frente al empuje avasallador de ese gran imperio económico que es la anglofonía".
Las sesiones se articularon en torno a cinco bloques temáticos, de gran amplitud argumental y ambición por la nómina de ponentes. Los debates del primer día giraron sobre Aspectos básicos y generales de creatividad, mercado y diversidad cultural y La protección jurídica de la creatividad. En la jornada siguiente hubo tiempo para abordar aspectos sobre modelos de negocios tradicionales en la explotación de los contenidos culturales y modelos de negocio online, mientras que el último de los tres días se consagró a La diversidad cultural y el derecho de autor. El Secretario General de AEPO-ARTIS Xavier Blanc, el presidente de SCARP Bjorn Juell-Sundbye; la secretaria general de SCARP Ann Jensenius; el Director de la División de Derecho de Autor de la OMPI, Richard Owens, fueron, respectivamente, los moderadores de los cuatro primeros bloques temáticos mencionados, en tanto que el quinto y el último bloque sobre Diversidad Cultural fue moderado por Fernando Marín, vicepresidente de la AISGE, y por Juan Sebastián Aragón, también actor y vicepresidente de ACTORES SCG, de Colombia.
De esta manera, se analizó la situación desde todas las ópticas "para la necesaria búsqueda de equilibrio", en palabras de Abel Martín. El máximo responsable técnico de AISGE señaló: " A partir de ahora debemos abordar siempre los problemas desde los tres ángulos de intereses y derechos que concurren en todo el proceso cultural: La creatividad, el mercado y el consumo o disfrute plural que ampara la diversidad cultural en beneficio de los ciudadanos y los pueblos".
Fernando Marín también se refirió a esta pluralidad de intereses, nuevamente en tono lírico: "Siempre he pensado que la creatividad es por encima de cualquier otra consideración la gran característica que nos distingue a los humanos de los primates. Nietszche ya lo dijo de forma solemne: "La vida, sin arte, sería un error". Pero, más allá de las resonancias poéticas, esas palabras encierran una gran verdad: "Las expresiones del alma constituyen los momentos en los que el hombre trasciende su condición pasajera y asume toda la nobleza que es capaz de transmitir a los congéneres que le rodean".
Por Abel Martín
El derecho de autor y los derechos conexos constituyen la mejor herramienta para desarrollar y proteger la diversidad cultural de cada pueblo. El derecho de autor es la arquitectura jurídica que sostiene e incentiva todo el armazón creativo y cultural de los pueblos; el derecho de autor opera, asimismo, como un factor relevante del desarrollo económico y cultural de los países, ya se encuentren estos días en vías de desarrollo o desarrollados. Quienes tratan de confundir diciendo que el Derecho de autor es un obstáculo para la divulgación de la cultura, ocultan deliberadamente, sin lugar a dudas, otros intereses distintos al interés general oh, donde los pueblos y de la propia humanidad o común de los pueblos y de la propia humanidad.

La propiedad intelectual en sentido amplio y el derecho de autor de modo particular, soportan el peso de un desarrollo tecnológico sin precedentes en la historia al proteger todo los bienes inmateriales desde diferentes concepciones. De hecho, tanto en el ámbito público como en el privado, el patrimonio o los bienes intangibles han adquirido en las dos últimas décadas una relevancia excepcionalmente mayor que los tangibles o materiales.
Sin embargo, esta nueva realidad en la que confluyen avances tecnológicos y desarrollos espectaculares de la Sociedad de la información, en lugar de beneficiar a todos, está generando desequilibrios, conflictos de intereses y, sobre todo, mucha confusión social y política acerca de cómo afrontar tales problemas.
Por todo ello, se ha considerado la oportunidad de reflexionar y debartir con absoluta libertad y responsabilidad, con la ayuda de los mejores expertos del mundo en la materia, sobre los problemas y soluciones que cabe considerar para hallar un justo equilibrio entre quienes trabajan y aportan contenidos, quienes los explotan y divulgan, quienes desarrollan mecanismos técnicos para almacenar y explotar tales contenidos y quienes los consumen.
Y en la búsqueda de tales equilibrios se hace necesario abordar los problemas desde los tres ángulos interés Y derechos que concurren en todo el proceso cultural: la creatividad, el mercado y el consumo o disfrute plural que ampara la diversidad cultural en beneficio de los ciudadanos y los pueblos. Especialistas de todo el mundo y de las diversas materias están llamados a enfrentar y contrastar sus análisis, ideas y soluciones.
Abel Martín también es Secretario General de Latin Artis.-

